9 de septiembre, Santa María de la Cabeza
María Toribia, nacida en el siglo XII, en la localidad de Madrid o en sus proximidades, fue esposa de San Isidro Labrador, con el que tuvo un hijo y llevó una vida de campesina abnegada, piadosa y pródiga en el ejercicio de la caridad. Pasó varios períodos de su vida como anacoreta y fue canonizada en el siglo XVII, entrando al santoral católico con el nombre de Santa María de la Cabeza. Su festividad se celebra el 9 de septiembre.
Fue enterrada en la ermita visigótica que ella misma visitaba en vida, cerca del río Jarama, en las proximidades de Torrelaguna. Esta ermita perteneció a los templarios hasta el año 1311 y en la misma fue colocada la cabeza de María en un relicario, sobre el altar mayor del oratorio.
Esta reliquia adquirió fama de eficaz contra los dolores de cabeza. En el 1511, el Cardenal Cisneros renovó el relicario que guardaba la cabeza. Posteriormente, sus reliquias se llevaron a Madrid para, en 1769, unirlas a las de su esposo, San Isidro Labrador, descansando desde entonces sus restos en la Real Colegiata de San Isidro, donde se veneran en la actualidad las reliquias de ambos santos.
Numerosas procesiones y cofradías atestiguaron la veneración pública hacia la Santa, de modo que el Papa Inocencio XII, como confirmación y aprobación del culto que ya recibía María de la Cabeza, promulgó en 1697 la Bula "Apostolicae servitutis officium" por la que inscribió el nombre de Santa María de la Cabeza en el santoral. De origen muy humilde, esta santa, hija de agricultores pobres y mozárabes, cuenta con una importante tradición religiosa en Madrid.
En honor de Santa María de la Cabeza el callejero de Madrid da su nombre a varias vías públicas de importancia: El Paseo de Santa María de la Cabeza y la Glorieta de Santa María de la Cabeza.
Algunos años el 9 de septiembre es día festivo en Madrid, cuando la festividad de Santa María de la Cabeza se toma en sustitución de la fiesta del 9 de noviembre -Día de la Virgen de la Almudena, patrona de la ciudad de Madrid- y de este modo se convierte en una de las fiestas locales de Madrid capital, tal como ocurre cuando la Fiesta de la Almudena coincide con domingo. Por ejemplo, así ha sucedido en el calendario 2008 de Madrid capital, en el que el descanso de la la fiesta laboral correspondiente al nueve de noviembre se ha trasladado al nueve de septiembre.